Cierre de brechas de género en Ciencia y Tecnología en el mercado laboral: una oportunidad para avanzar hacia la equidad
La escasa proporción de personas ocupadas en Ciencia y Tecnología (CyT) que caracteriza al mercado laboral costarricense -apenas un 8,1%- dificulta las aspiraciones del país de tener una economía impulsada por procesos de alto contenido tecnológico en los sectores productivos, y de sortear con éxito varios de sus desafíos en desarrollo humano sostenible. Una oportunidad para mejorar esa debilidad estructural es aumentar la participación femenina en la formación y empleo en áreas de CyT. Esta vía es de carácter inaplazable tanto por la escasez de recursos humanos en esas áreas, como por las posibilidades para la sociedad de beneficiarse del potencial que representan las mujeres, nada menos que la mitad de la población.
Entre 2000 y 2020, la proporción de mujeres graduadas en CyT aumentó de 39,8% a 50,5% del total de personas graduadas de la educación superior (HIPATIA, 2023). A pesar del avance, persisten barreras para aumentar su participación equitativa en el mercado laboral (Morales, 2019). Dos de ellas son las de inserción, que les dificulta participar en la fuerza de trabajo, y las de valoración, que se manifiestan en la brecha salarial con respecto a los hombres.
Ocupaciones de alta empleabilidad reproducen brechas en detrimento de las mujeres
Un análisis realizado para el Noveno Informe Estado de la Educación (PEN, 2023) con datos de la ENAHO[1] muestra que los hombres son quienes más acceden a los empleos en CyT con una participación del 65,6%, frente a únicamente 34,4% en el caso de las mujeres, valor inferior a la tasa promedio de participación laboral femenina en el mercado laboral en general (39,3%).
El estudio también analiza las características de las personas en ocupaciones científico-tecnológicas de mayor empleabilidad[2], que corresponden con la demanda de sectores muy específicos de la economía del país, concretamente, los de contenido tecnológico (manufactura avanzada, ciencias de la vida y servicios empresariales). En estos campos en particular, la brecha entre hombres y mujeres, que alcanza una diferencia de 72,2pp, se acentúa, y la participación femenina representa solo el 13,9% de las personas ocupadas en ese segmento (gráfico 1, segundo panel). La baja proporción de mujeres graduadas en esas disciplinas (el 20,7% en el caso de las mujeres comparado con 56,2% en los hombres) (HIPATIA, 2023, Pen, 2023) figura entre los factores que contribuyen a explicar en parte, la sub-representación en ocupaciones de alta empleabilidad. Los hallazgos dejan en evidencia la falta de oportunidades de desarrollo profesional y empleo bien remunerado que enfrentan las mujeres en este sector y ratifica que la inequidad no se resuelve automáticamente en el mercado de trabajo de la Cuarta Revolución Industrial.
Al igual que en otros sectores, el mercado laboral en CyT muestra una segmentación por género, al presentar ocupaciones típicamente femeninas y masculinas. Ciencias de la Salud es un ejemplo de las primeras y es la única área de CyT en las que se muestra una ventaja en la ocupación femenina (63,5%), con respecto a los hombres, quienes, en cambio presentan ventajas en Ingenierías y Tecnologías (74,9%). Es en ésa última área donde se evidencia una barrera de inserción más diferenciada por género que se traduce en una diferencia de 68,4pp (gráfico 1, tercer panel). La mayor presencia femenina en las ocupaciones asociadas con Ciencias de la Salud, puede considerarse como un elemento a su favor de cara al futuro ante el probable aumento de la demanda asociado al proceso de envejecimiento de la población costarricense y porque las tareas en este campo son difíciles de automatizar. Sin embargo, aun cuando se trata de una ocupación típicamente femenina, según se describe más adelante, con excepción del área de Enfermería, esa ventaja a nivel de la inserción laboral no se reproduce a nivel salarial.
Adicionalmente, el estudio encuentra una mayor participación de mujeres jóvenes (menores de 35 años) que de hombres jóvenes 61,5% versus 52,4% en el mercado laboral de CyT, lo cual indica que el progreso de la participación de mujeres en estas áreas vendría impulsado por las nuevas generaciones.
Diversas fuentes confirman la persistencia de brechas según distintas aproximaciones
Además de las barreras de inserción, otro estudio basado en datos administrativos de Badagra-SICERE[3] evidencia brechas salariales entre hombres y mujeres con formación universitaria en la mayoría de las áreas científico tecnológicas. Estas brechas varían según el campo de trabajo, el tiempo transcurrido desde la graduación, intermitencia de la persona en el mercado de trabajo, y experiencia laboral antes de graduarse[4]. Sin considerar el sector Salud, los hombres ganan en promedio un 23,4% más que las mujeres al inicio de su carrera, pero tal inequidad se reduce al 11% después de cinco años de graduados a medida que se gana experiencia. Por otra parte, la intermitencia o salidas y reincorporaciones al mercado laboral (no asociado a la continuación de estudios) son más usuales en las mujeres, y estas dinámicas tienen un efecto adverso en el crecimiento del salario que amplía las brechas. Probablemente, estas interrupciones en la trayectoria laboral estén asociadas con mayores responsabilidades familiares y de cuido recargadas en ellas, como se ha observado en estudios nacionales sobre uso del tiempo de los hombres y las mujeres (ENUT, 2022).
Con datos administrativos, también se observan diferencias entre las áreas ocupacionales. En general, para el año 2021 los hombres tenían salarios promedio más altos que las mujeres en casi todas las áreas del conocimiento. Las diferencias salariales más pronunciadas en detrimento femenino se evidencian en Medicina (no así en Enfermería), seguido por Ciencias Básicas y Recursos Naturales. En áreas de alta empleabilidad como lo son el conjunto de disciplinas de Computación, las mujeres también enfrentan brechas (de 16,7% con respecto a los hombres, en 2021), pero en las Ingenierías, las diferencias salariales se revierten y más bien favorecen a las mujeres, una vez que logran superar la barrera de la inserción (gráfico 2).
Los hallazgos de mejores perspectivas salariales en ocupaciones en CyT frente al resto de las ocupaciones en el mercado laboral costarricense, representan información útil a incorporar en estrategias de orientación vocacional y laboral. De corroborarse la tendencia de una brecha salarial relativamente baja en determinadas disciplinas ingenieriles podrá utilizarse como una palanca para fomentar la atracción de más mujeres a esos campos en los que ellas acceden poco.
Una deuda urgente de saldar
La distribución desigual en la participación de hombres y mujeres en ocupaciones de CyT significa desaprovechar una oportunidad estratégica del país por ser las mujeres la mitad de la población pero también la fuerza laboral que puede crecer con mayor dinamismo en los próximos años. Atender este desafío implica implementar una articulación más efectiva entre los sectores público, académico y estatal que integre objetivos de política científica y educativa con la política laboral y social[5] para que las luchas de las mujeres en estas áreas dejen de ser luchas individuales y en solitario como siguen siendo hasta ahora. Sin esa integración será difícil generar las condiciones necesarias y concretas (como son: diseñar incentivos para promover la contratación de mujeres en CyT, fortalecer la red de cuido, establecer medidas afirmativas en los puestos de poder, monitorear la equiparación salarial en funciones equivalentes, procesos de acompañamiento en las carreras y cambios en las visiones del profesorado en todos los niveles de formación) para eliminar barreras que repercuten en que la baja participación de las mujeres en el mercado laboral del país se acentúe en estas áreas y que logren cumplir sus aspiraciones profesionales, mejorar sus niveles de autonomía y al mismo tiempo, contribuir al desarrollo nacional.
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[1]Para analizar la participación laboral de las mujeres en ocupaciones de CyT se realizó un estudio basados en la Enaho del 2019 y 2021 (INEC, 2021) mediante un ejercicio de clasificación de ocupaciones en esos campos (Durán-Monge et al., 2023).
[2]Estas disciplinas son: Ing. Química, Ing. Industrial, Ing. de Materiales, Ing. Mecatrónica, Ing. Eléctrica y Electrónica, Ing. Mecánica, Mantenimiento Industrial, Ing. Electromecánica y disciplinas de TIC requeridas por distintas actividades económicas (CINDE, 2022).
[3] Se trata de una nueva base de datos que vincula información administrativa anonimizada de los títulos de las personas graduadas de nivel universitario (Badagra de CONARE 2000-2020), y de sus empleos formales según los registros del SICERE de la CCSS que abarca el periodo 2001-2021 (Lentini et al. 2023).
[4] Valga decir que existe una importante prima salarial promedio que favorece a las personas ocupadas en campos de CyT en comparación con otras áreas del conocimiento, y que se amplía conforme aumentan los años desde la graduación (Lentini et al., 2023).
[5]Un estudio efectuado en Centroamérica, México, Panamá y República Dominicana encontró que las políticas que aumentan la participación laboral de las mujeres (como las de cuidado infantil o de productividad) pueden generar un incremento significativo en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del país donde se implementen. Por ejemplo, el PIB per cápita en México podría aumentar permanentemente en más del 6% como resultado de este tipo de política (Bustelo, et al., 2019 en López-Marmolejo, et al., 2021, p.28)
Referencias bibliográficas
CCSS. 2023. “Sistema de autoregistro de la oficina virtual de la CCSS (SICERE)”. https://bit.ly/3SRO6Kg
CINDE. 2022. The Talent Place: Carreras de mayor demanda. https://bit.ly/PEN2004
Conare. 2022a. Base de datos de los diplomas ortorgados por las universidades de Costa Rica. 2000-2020. Conare, OPES.
Durán-Monge, E. Santos, M. Salas, G. y Aragón, A. 2023. Brecha de género en Ciencia y Tecnología en Costa Rica. Investigación preparada para el Noveno Informe Estado de la Educación (2023). https://bit.ly/48fcWIm
European Commission. 2021. She figures 2021. Gender in Research and Innovation Statistics and Indicators. Directorate-General for Research and Innovation. Unión Europea. bit.ly/3uj9Pl1
INEC. 2019. “Encuesta Nacional de hogares 2019 (Enaho). Resultados Generales”. En: https://bit.ly/49s3thV
INEC. 2021. “Encuesta Nacional de Hogares 2021 (Enaho). Resultados Generales”. En: https://bit.ly/49s3thV
INEC. 2022. “Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT). Resultados 2022”. INEC. https://bit.ly/48ey8OG
Lentini, V., Zúñiga-Cordero, A. y Venegas. A. 2023. Trayectoria laboral de las personas graduadas universitarias en Costa Rica 2001-2021. Investigación preparada para el Noveno Informe Estado de la Educación (2023). https://bit.ly/3w8aZQF
López-Marmolejo, A. Ruiz-Arranz M. y Ochoa, E. 2021. Cerrando brechas de género en el mundo del trabajo. Centroamérica, México, Panamá y República Dominicana. BID Nota técnica IDB-MG-954. https://bit.ly/3HTyKi7
Morales, N. 01 de marzo del 2019. Mujeres costarricenses enfrentan triple barrera en el mundo laboral. Blog Pen. https://bit.ly/4bvjAgw
National Science Board, 2021. The STEM labor force of today: scientists, engineers, and skilled technical workers. NSB-2021-2. https://bit.ly/3SSsLzl
Pen. 2023. “Plataforma Hipatia: Estado de las capacidades en Ciencia, Tecnología e Innovación (HIPATIA)”. En: www.hipatia.cr
PEN. 2023. Informe Estado de la Educación 2023. Programa Estado de la Nación. https://bit.ly/493hrHg
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Autor
Santos Pasamontes María y Durán Monge Esteban
Lectura crítica
Román Vega Isabel y León Mena Jennyfer