Diáspora científica costarricense: Un valioso activo para vincular con el país

La escasa disponibilidad de talento calificado y la dificultad para atender esas carencias en el corto plazo se cuentan entre las principales limitaciones de los países latinoamericanos, como Costa Rica, para explotar el potencial de la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI), como motor para contribuir a un desarrollo sostenible e inclusivo.

Dichas capacidades, como señalan Llisteri et al., 2014, representan un pilar clave que trasciende temas de cobertura de la educación superior y movilidad social e intersectan un amplio espectro de políticas. Entre ellas, las de fomento productivo y que abarcan el desarrollo económico, la competitividad, la diversificación productiva, innovación, internacionalización de las empresas, el desarrollo de cadenas de valor y clusters, la atracción y expansión de Inversión Extranjera Directa (IED) y el desarrollo empresarial

El alto perfil académico de científicos e ingenieras costarricenses residentes en el extranjero, constituye un valioso activo de carácter estratégico, que debe movilizarse en esa dirección. Por ello, el portal HIPATIA[1] se ha dado a la tarea de mapear y caracterizar esta comunidad, mediante una consulta anual en línea que se lleva a cabo desde el año 2012. Como resultado, a la fecha cuenta con datos de 759 profesionales que estudian o trabajan en el extranjero en las áreas de Ciencias Exactas y Naturales, Ciencias Médicas y Ciencias Agrícolas e Ingenierías y Tecnologías.

A diferencia de otras naciones, en Costa Rica la diáspora científica no es un asunto de números, sino de calidad, pues reúne a un grupo de profesionales jóvenes con una formidable preparación académica: el 40% de quienes respondieron a la encuesta en el año 2020 tiene 35 años o menos; y 80% cuenta con una formación a nivel de posgrado. Sus miembros se encuentran dispersos en más de 43 países, pero existe una preferencia muy marcada por países que son punta de lanza del desarrollo científico y tecnológico global: Estados Unidos y Alemania.

Menos de la mitad (43%) planea regresar a Costa Rica en los próximos cinco años. Entre quienes no planean regresar encontramos talento en campos en las que hay carencias nacionales más acentuadas como son varias especialidades de ingeniería. También se encuentran en este grupo, profesionales con competencias en tecnologías digitales emergentes en alta demanda a nivel nacional e internacional a consecuencia de la convergencia de tecnologías relacionadas con la cuarta revolución industrial y por la intensificación de los procesos de digitalización de las economías, inducidos por la pandemia ocasionada por la Covid-19. La pregunta es ¿qué hacemos con estas personas?

Vinculaciones de la diáspora científica costarricense con el quehacer científico-tecnológico del país

Más allá de una consideración de si regresan o no, o de conceptualizar esta realidad como “fuga de cerebros”, el nuevo paradigma tiene que ver, más bien, con el hecho de si están o no vinculados con el país. Aún si se quedan donde están, pueden ser de provecho para los países de origen, siempre y cuando se les mantenga vinculados. De allí la importancia de conocerles, así como de diseñar mecanismos innovadores para conectarles con los distintos actores del sector por cuanto pueden realizar importantes contribuciones a través de ideas y experiencias, proyectos, contactos, o trabajando a distancia a favor de nuestros países.

A través del portal HIPATIA se ha identificado a profesionales en la diáspora en más de veinte disciplinas de ciencia y tecnología, una diversidad que facilitaría las posibilidades de comunicación entre colegas para implementar mecanismos de colaboración en múltiples ámbitos. Varios de ellos intersectan aspectos relacionados con las apuestas de desarrollo del país, con algunos de sus principales desafíos, con la emergencia ocasionada por la pandemia inducida por la Covid-19, así como con oportunidades en la que los países de la región deben posicionarse. Algunos ejemplos de mecanismos innovadores implementados por el equipo de HIPATIA para conectarles con el país son los siguientes:

Concertar su participación en las misiones que realiza en el extranjero Cinde. El modelo de desarrollo que ha impulsado Costa Rica desde mediados de los 80`s basado en la apertura al comercio exterior y la IED en sectores de contenido tecnológico, ha inspirado el interés de aprovechar los contactos de este grupo de profesionales, muchos de ellos laborando en empresas tecnológicas potencialmente interesadas en invertir en Costa Rica.

Invitación a profesionales para regresar en virtud de nuevas oportunidades laborales para potenciar el crecimiento de varias empresas multinacionales instaladas en Costa Rica cuando la oferta local de talento con ciertos perfiles ingenieriles se acerca a un techo que limita su crecimiento.

Asesoría técnica a startups mediante el servicio de mentoría de la Red Startup CR donde casi 400 personas de quienes conforman la diáspora se han ofrecido para asesorar a startups registradas en la Red en la resolución de desafíos de carácter técnico según sus áreas de experiencia. El portal HIPATIA implementó un mecanismo de comunicación directa (disponible en esta liga: https://startups.hipatia.cr/portal/#/mentors) donde emprendedores pueden seleccionar especialistas en temas de Ciencia y Tecnología, haciéndoles llegar su propuesta de valor que el portal les ayuda a crear y hasta cuatro consultas de carácter técnico.

Construcción de una plataforma ad hoc para facilitar la participación de más de 100 expertos (sobre todo en temas de salud y biología molecular) como mentores en la Hackathon “HackCovid19CR”, organizada por la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (AUGE) de la UCR, así como a tomadores de decisión de la C.C.S.S y el MICIT. Esta plataforma está disponible en la liga: https://hipatia.cr/la-plataforma-hipatia-del-programa-estado-de-la-nacion-colabora-en-el-abordaje-de-las-necesidades.

Dar a conocer esta comunidad al cuerpo diplomático costarricense, en colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, para potenciar el posible rol de la diáspora como consejeros científicos y “antenas de prospección tecnológica”, fortalecer vínculos con redes globales y apoyar la construcción de una agenda de diplomacia científica que dirige esa institución gubernamental, que procura involucrarles en la atención de retos y oportunidades del país que involucren una perspectiva internacional.

Adicionalmente, la información que genera esta base de datos es de utilidad como insumo para el diseño de políticas de reinserción al país, la preparación de unidades de I+D públicas para su eventual incorporación, y articular redes de colaboración académica para impulsar su participación en proyectos de investigación conjunta y su apoyo en la realización de pasantías de investigadores locales en instituciones y empresas de base tecnológica en el exterior. Éstas y otras acciones de vinculación con las comunidades locales se reflejarán en los indicadores del próximo Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2022-2021 próximo a lanzar por el MICITT.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

HIPATIA. (2020). Portal HIPATIA: Estado de las capacidades en Ciencia, Tecnología e Innovación. https://hipatia.cr/

Llisterri, J. J., Glido, N., Homs, O. & Ruíz-Devesa, D. (2014). Educación técnica y formación profesional en America Latina: el reto de la productividad. (Serie Políticas Públicas y Transformación Productiva, N°13 / 2014), Banco de Desarrollo de América Latina CAF. http://scioteca.caf.com/handle/123456789/378

PEN. (2014). Estado de las capacidades en Ciencia, Tecnología e Innovación. San José: Programa Estado de la Nación https://hdl.handle.net/20.500.12337/7784

[1] HIPATIA es el portal interactivo del PEN que atiende las capacidades estratégicas de Costa Rica para explotar el potencial de la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) como motor para contribuir al desarrollo sostenible del país. Está disponible en la dirección: hipatia.cr

 

AUTOR:

Santos Pasamontes María